“Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”
1 Juan 4,16
Los artistas tienen la cualidad de saber plasmar sus inquietudes y las de sus contemporáneos. ¿Y cuál es uno de los "temas estrella" a lo largo de todas las épocas? El amor.
Si hay un tema que a todos interesa ese es el amor. De hecho, si quieres poner un post en Instagram, te encontrarás que hay más de 1.943 millones de publicaciones con el tema love (amor, en inglés). Con cerca de 2.000 millones de publicaciones con esta palabra, queda claro que es el gran tema de interés de todos. Y es que, como decía San Juan Pablo II, en una Carta Encíclica: "el hombre no puede vivir sin amor. Él permanece para sí mismo un ser incomprensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él vivamente" (Redemptor hominis, n. 10).
En el amor nos va la vida. Podremos vivir sin muchos bienes materiales y espirituales, pero no sin amor. El amor, sin lugar a dudas, se nos manifiesta como una necesidad vital. Pero ante tal evidencia nos podríamos preguntar por qué será eso.
Dios nos ha “programado” el corazón para amar y ser amados. Es una necesidad vital y, cuando se comparte, se expande rápidamente. El amor fortalece nuestras defensas y nuestro sistema inmunológico contra muchas enfermedades del corazón: la del odio, el rencor, la indiferencia, la soledad, la violencia, la obsesión por el bienestar… Pero además, es un gran remedio. Así que, previene y cura. No dudes en tomarlo cada día y compartirlo con todo el mundo.
Solo quien practica este mandamiento puede reconocerse amigo de Jesús y discípulo suyo. Así que, si eres cristiano, con el amor tienes un don y una tarea. Estamos llamados a recibirlo como un don, un regalo precioso por parte de Dios, con el corazón abierto. Y a su vez, tenemos una tarea, comunicarlo. Pero no lo olvides, para poderlo compartir tienes que participar de él. Así que: vive de Dios, que es amor (cf. 1Jn 4,8.16).
Si no eres cristiano, pide el Bautismo, entra en este increíble movimiento universal de amor que es la Iglesia. Si tienes recelos o prejuicios sobre la Iglesia Católica, ánimo, te acogerá como me acoge a mí, porque es santa y pecadora a la vez. Hacemos lo que podemos, lo intentamos. Estamos en camino. No somos perfectos, es verdad. Pero recuerda estas palabras del Papa polaco Juan Pablo II: “Nacimos para ser felices, no para ser perfectos”. Y en el amor de Dios encontramos nuestra felicidad. ¿Lo probamos?
Para acabar, esta semana te propongo rezar con el precepto principal de nuestra fe: “Amarás al Señor tu Dios y al prójimo como a ti mismo” (cf. Mateo 22,37-39). Que este mandamiento de Jesús inspire nuestra forma de estar en el mundo y con todo el mundo.
Feliz semana y que Dios te siga bendiciendo. :)
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