“El pueblo entero se reunió como un solo hombre”
Nehemías 8,1
Hace dos años muchos hubieran pagado por poder pasar horas con sus hijos en casa, en días de entre semana. Hace un año, para muchos pasó de ser una experiencia bonita a un poco estresante (en algunos casos, muy estresante); para otros todo lo contrario, una gran bendición.
Hace dos años muchos iban a Misa porque eran las doce. Hace un año las doce del mediodía les recordaba a muchos que no podrían ir a Misa.
En la Semana Santa del 2020 muchos redescubrieron con gran fuerza lo importante de la vida. Como no podía ser de otra forma, muchos tuvieron una gran nostalgia de Dios y han respondido a su llamada amorosa.
En este 2021 todos los creyentes tendremos el gozo de encontrarnos para celebrar nuestra fe. Tenemos la responsabilidad de celebrar la Semana Santa como nunca la hayamos celebrado antes. Así que os animo a llenar nuestros templos de fe, nuestros corazones de amor y nuestras vidas de esperanza.
Tenemos el gran gozo de vivir lo que me decía un feligrés hace un año: “Mossèn, volveremos a celebrar una gran Misa”.
Queridos, ha llegado la hora que todos hemos deseado. El Señor nos espera. El Señor te espera. Que esta no sea una Semana Santa cualquiera.
¿Sabes? Las Misioneras de la Caridad, en las sacristías de todas sus capillas tienen un cartel que reza “Oh sacerdote, celebra esta Misa como si fuera tu primera Misa, tu última Misa, tu única Misa”.
Pues eso.
Para acabar, esta semana te propongo que participes de todas las celebraciones del Triduo Pascual y que lo vivas como los deportistas cuando están en un campeonato, absolutamente concentrado en lo que está en juego, que es mucho.
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Pa’lante...
¡Ánimo todos!
Feliz SEMANA SANTA y que Dios te siga bendiciendo. :)
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