“No está aquí: ¡ha resucitado!”
Mateo 28,6
Los medios de comunicación dan noticias que al día siguiente ya suenan a viejas y al
tercer día ya están olvidadas. Pero hace más de 2.000 años hubo una noticia que conmovió la ciudad de Jerusalén y, a los pocos años, el mundo entero. Y hoy sigue siendo noticia. La noticia es que Jesús resucitó. Y hoy sigue siendo noticia que ni envejece ni se olvida.
No sé si te ha pasado que, cuando abres un periódico digital, lo haces como con ganas de novedad, de que aparezcan imágenes nuevas, titulares distintos a los de hace un día o unas horas. Pues la noticia siempre nueva es Cristo. Así las cosas, un titular de portada podría ser perfectamente: ¡Cristo ha resucitado! El sepulcro está vacío.
Me gustaría compartir contigo cuatro reflexiones sobre la resurrección de Jesús.
Primero, Él vive. Esta es la verdad, testificada por miles y miles de escritos tanto de la época como de los primeros siglos después de Cristo; textos cristianos como judíos o musulmanes; textos religiosos y civiles, de gobernadores romanos, de juristas o de historiadores de la época. Pero, más allá del hecho histórico, hemos de reconocer que todas las palabras se quedan cortas para describir el impacto que ha tenido este hecho en la historia. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que no ha habido en la historia una noticia que haya determinado tanto su curso como la existencia de Jesús de Nazaret y su resurrección.
Segundo, Jesucristo es un acontecimiento. En esa mañana aconteció algo absolutamente asombroso, alucinante. El acontecimiento de la resurrección de Jesucristo ha dado sentido a millones de personas. Generaciones y generaciones de personas con nombre y apellido han nacido de nuevo. De forma que no es un simple hecho, una noticia más, ni una gran noticia ni la noticia del año, ni el acontecimiento del año. Jesucristo es todo un fenómeno, es un acontecimiento. Jesús en sí, su vida, su muerte y resurrección, todo Él es un acontecimiento.
Tercero, Jesús está actuando ahora. Notamos que una persona está viva porque actúa. Así reconocemos que Jesús actúa hoy. ¡Cuántos cambian su vida al acercarse a Jesús! Allí hay una actuación de Jesús. Cuando vemos vidas cambiadas es Jesús que actúa. Jesús actúa hoy porque está vivo, porque resucitó. ¿No querrías tú ser una de esas historias de vidas cambiadas? Te aseguro que lo que yo, como otras amigas y amigos míos, hemos visto en personas concretas, que conocemos, es realmente precioso. Lo que es capaz de hacer Dios en una persona es tan bonito...
Cuarto, la resurrección de Cristo no me puede dejar indiferente. ¿Te imaginas quedarte indiferente al saber que tu madre, sabiendo que en tu parto podía morir, decidió hacerlo para darte la vida? Pues un hecho así a nadie le dejaría indiferente. Si te hubiera acontecido a ti, ¿qué no harías por conocer sobre tu madre? Imagino que querrías saber todo de su historia, hablarías con todo el mundo que la hubiera conocido, cada día pensarías en ella, contarías lo que hizo por ti… ¿Verdad? Pues si un hecho así a nadie dejaría indiferente, la resurrección de Jesús, que decía ser Dios, no puede dejarte tampoco indiferente a ti.
Para acabar, esta semana te propongo participar de alguna de las Misas de la octava de Pascua. La alegría que tenemos es tan grande que dura ocho días y va de domingo a domingo; de modo que el Domingo de Resurrección lo celebramos como un único día.
Pa’lante...
¡Ánimo todos!
Feliz PASCUA y que Dios te siga bendiciendo. :)
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