"Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho"
Salmo 13,6
Los niños están sintiendo el impacto negativo de la pandemia, quizás incluso más de lo que nos damos cuenta.
No solo ha interrumpido mucho su día a día, sino que también puede estar rompiendo su imagen de Dios. Si tú eres padre o madre, o familiar directo de esos niños de 8 a 12 años, sabes cómo es de crítico asegurar a los niños en esta época que Dios aún es bueno y que todavía tiene el control del universo.
Pero incluso más que esto, los niños necesitan saber que ellos pueden acercarse a Dios por ellos mismos… y hablarle en cualquier momento, en cualquier sitio, y sobre aquello por lo que se sienten felices o tristes.
Si quieres ayudarles a desarrollar una relación personal con Jesús es momento de facilitarles ese encuentro. Te propongo 5 ideas para ayudar a estos niños.
Primero, ellos necesitan de un grupo de su edad en la parroquia. Con esto les aseguramos un tiempo semanal de encuentro con Dios, con su grupo, sus compañeros y amigos, su catequista, su sacerdote, los padres de sus compañeros, una comunidad en la que encontrar confianza, calidez humana, seguridad, amor y bondad por todos lados. Ser miembro de un grupo de su edad en el que experimentar la bondad de Cristo junto a otros cristianos. En definitiva, necesitan encontrar su sitio en la familia de Dios.
Segundo, cultivar la fe y la amistad con Dios. Sabemos que si uno pone una semilla en un tiesto con tierra buena, la riega y la pone al sol, esa semilla crece; pues lo mismo pasa con la fe y la amistad con Dios. Desde el trato semanal y diario con Cristo descubrirán quiénes son ellos a los ojos de Dios. Captar los corazones de estas nuevas generaciones significa asegurar que ellos tendrán fe, conocerán nuestra fe y serán amigos de Dios. Y en verdad, crecer sabiendo de su valor a los ojos de Dios y crecer en su relación con Cristo, no tiene precio.
Tercero, ser como Cristo. Si un delantero quiere sacar lo mejor de sí, buscará inspiración en Messi -el mejor jugador de fútbol de la historia- e intentará imitar cómo juega. Para sacar lo mejor de sí mismos, estos niños necesitarán fijarse en Cristo, quien nos enseña la talla del hombre perfecto -Dios con nosotros-. Al conocerle, le amarán; al amarle, le imitarán; al imitarle, se alegrarán; y, al alegrarse, serán felices.
Cuarto, servir a los otros. Una de las grandes virtudes es la del servicio. Jesús, en la Última Cena, les dio a sus discípulos el mandato del servicio. Y, de hecho, cuando servimos a los otros, tenemos una gran satisfacción. Estos niños también están llamados a servir a los otros, como Jesús, y descubrir en esta virtud tan propiamente cristiana, un reflejo de la bondad y la humildad de Dios.
Quinto, saber que Dios les creó para una misión. No somos fruto de la casualidad, del azar, no; somos fruto de un designio divino, de la voluntad de Dios. Él, sobre estos niños un día pronunció -como sobre ti y sobre mí-: “¡Vive, existe, búscame y te diré ‘para qué’!”. Ellos también necesitan saber para qué están en este mundo, cuál es su misión.
Porque Dios creó a cada uno de estos niños con un propósito en mente. Para ellos es este el momento de empezar este increíble viaje y saber que Dios sigue siendo bueno. Porque Dios es bueno, bueno todo el tiempo.
Como propuesta te pediría mandar este artículo a los padres de niños y adolescentes; a los que este curso van a hacer 2º de Primaria para arriba, hasta a adolescentes. Esto les puede animar a dar el paso y contactar con la parroquia e inscribirse a alguno de los grupos. Si estás en Montornès del Vallès, puedes hacerlo entrando en la sección de “Familias” y conocer el proyecto de Iniciación Cristiana para los matrimonios, niños, preadolescentes y adolescentes. Aunque ya hemos pasado inscripciones por grupos de padres de la parroquia, a lo largo de la semana colgaremos en la web las inscripciones de 4º de Primaria hasta 4º de ESO.
Feliz semana y que Dios te siga bendiciendo. :)
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